El central disputó este sábado 5 de noviembre su último partido y lo hizo en el Camp Nou con el Barcelona vs Almería.

En medio de las ovaciones, el zaguero no pudo contener las lágrimas al final y agradeció el apoyo de miles de aficionados que se dieron cita en las tribunas. 
Xavi le otorgó la titularidad y la capitanía en el juego que con solo cinco minutos en el reloj provocó que la afición lo pidiera para ser el responsable de cobrar la pena máxima una vez que se definió la sanción, pero el zaguero respetó a Robert Lewandowski y le cedió el cobro que el polaco terminó fallando. 

“A veces querer es dejar marchar. Nací aquí y moriré aquí”, fueron las palabras del defensa al terminar el juego.

Salió de cambio al 85’, otra ovación entera y cuando se concretó el triunfo del 2-0, entró al campo con micrófono en mano. Todos lloraron, no solo del ahora exjugador. Xavi, quien lo dirigió en sus últimos dos torneos también lo hizo, pues compartieron el campo. Las lágrimas se trasladaron hasta las tribunas en donde no hubo rechiflas ni reproches sino un reconocimiento total a un jugador que es histórico del futbol blaugrana. 

El canto hacia el 3 ante el Villarreal se convirtió en una constante ante el Almería. Muy sonoro cuando el árbitro señaló penalti en el minuto 7. Pero el capitán (Busquets le cedió el brazalete) hizo oídos sordos. Se tomó en serio su último partido en el Camp Nou y señaló a Lewandowski, que falló desde los 11 metros.

Después de fallar varias oportunidades en la primera parte, incluido un penalti que erró Robert Lewandowski, Dembélé abrió el marcador justo después del descanso, con un disparo preciso en el ángulo inferior tras un contraataque.

En el minuto 62, De Jong se encontraba bien posicionado dentro del área para marcar tras un rechace del portero.

Piqué, de 35 años, comenzó el juego como capitán del Barcelona, después de haber ganado 30 trofeos, incluidas tres Ligas de Campeones y ocho títulos de LaLiga, con los catalanes.

Fue sustituido en el minuto 83, abandonando el terreno de juego entre lágrimas ante una ovación de pie de los 92.605 aficionados que abarrotaron el estadio para despedir a un grande del club.

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“Ha sido un ejemplo de lo que significa ser un jugador del Barça”, le elogió Busquets antes de mantearle con el resto de compañeros al cielo azulgrana. A Piqué le quedaba por ver un escueto vídeo con algunas de sus mejores imágenes como azulgrana y la vuelta de honor. “Esto no es una despedida. Ya lo hice con 17 años y volví. Nací aquí y moriré aquí”. Y, como no podía ser de otra manera, volvió a escuchar lo que ya es un grito eterno en el Camp Nou: “¡Piqué, Piqué, .

El Barça ahora encabeza LaLiga con 34 puntos en 13 partidos, dos por delante del Real Madrid que visitará al Rayo Vallecano el lunes.