Opinión Por: JORGE CEBALLOS05 de junio de 2023

¡No hubo milagro electoral!

Fue de tal tamaño la derrota electoral de la alianza “Va por México” que los líderes partidistas escondieron la cabeza por el mismo lugar al que los destinaron los habitantes del Estado de México.

ENTRELÍNEAS

Para el tricolor y los partidos aliados no hubo sorpresas ni milagro. Hasta el cierre de edición y al corte del Programa de Resultados Electorales Preliminares las tendencias eran las mismas que desde hace meses tenían presupuestada: Morena y su candidata Delfina Gómez se llevarán el triunfo en Estado de México, entidad que por más de nueve décadas fue el laboratorio electoral del tricolor. Mientras que en Coahuila Armando Guadiana Tijerina ya salió a aceptar la tendencia a favor del PRI.

En la elección celebrada el día de ayer el PRI y sus aliados se jugaban el futuro. El Estado de México se antoja a ser el escenario perfecto de lo que puede venir para el próximo año. Si el PRI, PAN y PRD, sumados en la alianza electoral contra Morena obtenían el triunfo festinarían como si ya tuvieran cuerpo y medio nuevamente en Palacio Nacional.

La jornada electoral vivida ayer en el Estado de México, se tenía que ver como el juego de la supervivencia de la oposición. Fue precisamente por ese sentido de tratar de sobrevivir a la avalancha electoral que desde 2018 los mexicanos le han pasado encima a todo lo que huela al PRI, PAN y PRD que echaron la carne al asador. Durante el desarrollo de la contienda fue más que notoria la intromisión de personajes que nada tenía que ver con los partidos políticos que se encontraban en la disputa, un ejemplo más que claro de injerencia, fueron los llamados a votar que durante el día realizó el publicista Carlos Alazraki, quien, además, con el tono grotesco que lo caracteriza se erigía como parte de la alianza “Va por México”, es decir, se terminó de quitar la careta.

Delfina Gómez se convertirá en la primera gobernadora del Estado de México surgida de la oposición, las campañas de lodo y todos los descalificativos que le propinaron desde el momento de su designación, sirvieron de muy poca cosa, logró vencer al dinosaurio priista y sus aliados. Los habitantes del Estado de México simplemente dieron la muestra de que cuando se trata de organizarse no hay poder humano que los detenga.

La alianza conformada por el PRI, PAN y PRD, le apostaban todo lo que tenían a su favor para vencer a Delfina Gómez, sin embargo, la maestra se encontraba muy bien arropada. Fue un escenario completamente distinto al de 2017, cuando el PRI y la maquinaria electoral de la que gozaban desde Los Pinos en el gobierno de Enrique Peña Nieto, hicieron ganar al hoy derrotado gobernador Alfredo del Mazo.

Resulta por demás incongruente que, desde el PRI y sus aliados, además, de las viudas que fue dejando en diversos sectores, comenzaran a denunciar una elección de Estado, o injerencias del gobierno federal a favor de Morena, porque fue precisamente desde el tricolor que en el siglo pasado se cometieron toda clase de chicanas políticas que causaron agravios a los mexicanos, aquí cabe aquella expresión que señala que “el león cree que todos son de su condición”-

Hasta el cierre de edición de esta columna casi a las 21:00 horas, aún no había salido a emitir su versión en torno a los resultados ninguno de los tres dirigentes partidistas derrotados en Estado de México. Los mexicanos nos fuimos a dormir sin escuchar la verborrea barata de un más que debilitado y soberbio Alejandro Moreno Cárdenas, tampoco hubo pronunciamiento de Marko Cortés y muchos menos de Jesús Zambrano Grijalva.

Fue de tal tamaño la derrota electoral de la alianza “Va por México” que los líderes partidistas escondieron la cabeza por el mismo lugar al que los destinaron los habitantes del Estado de México.

Llamó de igual forma la atención que, muchos personajes que intentan posicionarse como actores políticos quisieran festinar una victoria de Alejandra del Moral, cuando sus destinos están en otras fuerzas políticas a la exabanderada: actuaron como gatas de angora.

Bola cantada

Quien salió a reconocer los resultados adversos fue Armando Guadiana Tijerina, el empresario coahuilense metido a político y nominado por Morena para tratar de ganar en Coahuila.

La derrota en aquella entidad del norte estaba pronosticada desde el momento mismo que Mario Delgado Carrillo anunció que Guadiana Tijerina sería el candidato de Morena. No había manera que el senador con licencia pudiera ganarle al PRI en aquel Estado. Allá la gente es conservadora, prefieren malo conocido que bueno por conocer. En esa entidad, la política pasa a segundo término, la gente sale a trabajar sin importarle de que partido sea el gobernante.

En Coahuila se tiene que afirmar que quien de igual forma salió derrotado, fue el promotor de la candidatura de Armando Guadiana, nos referimos a Ricardo Monreal Ávila el coordinador de los senadores de Morena, quien impulsó al empresario a su segunda aventura electoral, pues, hay que recordar que en 2017 ya había sucumbido ante Miguel Riquelme gobernador que nuevamente lo derrotó.

Preámbulo

Tras los comicios de ayer en Estado de México y Coahuila, ahora sí se viene el último tramo de la carrera por la candidatura presidencial. A partir de ahora será aún más notorio la campaña adelantada que traen las corcholatas presidenciales.

Lo que hemos visto hasta ahora, seguramente se intensificará y será más evidente que entramos a la recta final de la decisión. A la par de esto, de igual forma se encarnizará mayormente la carrera por la candidatura de Morena a la gubernatura de Chiapas. Porque el partido gobernante tiene que nombrar Coordinador Estatal de Organización antes de que concluya el 2023, si nos vamos muy lejanos, en noviembre se deberá tener ya el nombre quien organizará los comités de base del morenismo de cara a la contienda del siguiente año.

Así que, si pensábamos que la lucha electoral iba a entrar en un impase, pues, simplemente esto no es así. Ahora se viene la designación de quien será el candidato de Morena a la gubernatura de Chiapas y ahí sí, júrelo usted, caro lector (a) se soltarán todos los demonios. Los golpes bajos, zancadillas y picadas de ojos estarán a la orden del día, porque en algunos equipos políticos se juegan su capital político y todo el futuro.